miércoles, 6 de febrero de 2008

MEMORIA SOBRE CENIZA

Foto: gres, vidriado natural de ceniza
quema en anagama
autor: Federico Maggio

ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL EMPLEO DE CENIZAS VEGETALES EN LA PREPARACIÓN DE VIDRIADOS CERÁMICOS
Eduardo Garavaglia

1. Llamamos ceniza vegetal, en adelante ceniza, al compuesto de color variable, polvoriento y no combustible que se obtiene al quemar vegetales.
2. Para los ceramistas la ceniza es materia de gran interés pues por su composición resulta inmejorable en la formulación de vidriados, a los cuales otorga calidades de color y textura irreproducibles por materiales convencionales.

3. Se ha cuestionado el uso de cenizas en la elaboración de vidriados cerámicos aduciendo (1)lo engorroso de su obtención (2)la inconstancia de los resultados y que, (3)iguales efectos se podrían obtener con fritas, minerales y óxidos que hoy se ofrecen abundantemente en el comercio. Si (1) y (2) son, en cierto modo, válidos para la producción a gran escala, no lo
son para el ceramista artista o artesano de producción limitada quien, por el contrario, verá aumentadas las posibilidades de variación y tendrá la satisfacción de elaborar él mismo su propia materia prima. Es más, como veremos luego, la falta de constancia en los resultados puede ser controlada; (3) carece de consistencia al ignorar la imposibilidad de sintetizar en el laboratorio determinados compuestos por simple adición de sus componentes.
Por otra parte, a lo ya dicho en favor del uso de cenizas, señalamos al menos dos ventajas adicionales: a) el costo de los vidriados de ceniza suele ser casi inexistente. b) el ceramista que vive alejado de los centros de abastecimiento de materias primas, tiene a su alcance todo lo necesario para producir sus propios vidriados.

4. Las plantas son reservorios de minerales que extraen del suelo al que están fijadas y que acumulan durante su vida.
No todas las plantas contienen las mismas sustancias, tampoco todas las partes de un mismo vegetal y aunque así fuera, variarían los porcentajes. Es por ello que al decidir una investigación sobre cenizas se tendrá en cuenta: a) elegir aquellos vegetales que sean abundantes en la zona y de los cuales en época de poda resulte fácil proveerse de ellos suficientemente; b) seleccionar la parte o las partes del vegetal que se van a transformar en ceniza, tratándolas por separado, para observar su comportamiento.

5. Una vez seleccionados y luego de pesarlos, se procede a quemarlos en un lugar limpio y protegido del viento para evitar que las cenizas más livianas se dispersen. Por ese motivo se recomienda quemar pequeñas cantidades por vez tratando que el residuo carbonoso sea mínimo.
Concluido este paso algunos ceramistas aconsejan lavar la ceniza, separando los restos de carbón que flotarán en el agua de lavado. Se obtuvieron buenos resultados y se hace menos engorroso el proceso a la vez que se aprovecha mejor el vegetal calcinando la ceniza antes de lavarla. El lavado, para eliminar los álcalis solubles no es imprescindible.
Se aconseja hacer pruebas con la misma ceniza lavada y sin lavar. Calcinada y sin calcinar.

6. La calcinación se lleva a cabo en un horno cerámico entre 700 y 900ºC, colocando la ceniza en un contenedor poco profundo de loza bizcochado.

7. A esta altura es posible consignar los siguientes datos de la ceniza en proceso tomados de la observación directa:
a) consistencia
b) color
c) volumen
d) peso

8. Lavar la ceniza con el objeto de eliminar álcalis solubles.
El procedimiento seguido es el siguiente: se coloca la ceniza en un recipiente adecuado, se cubre con agua, se agita para luego dejarla decantar para eliminar el agua por medio de un sifón. El proceso se repite tres veces. Un lavado excesivo no es conveniente. Se recomienda no exponer la piel al contacto con la ceniza por su posible efecto cáustico.

9. Tamizado y secado de la ceniza en soleras de loza bizcochadas (no de yeso). Ya seca se guarda en recipientes con una etiqueta que indique su procedencia.

10. Observación de las cenizas:
a) El color suele dar algún indicio de la presencia de óxidos colorantes. Así las grises suelen contener hierro, las cremas y moradas manganeso, mientras las blancas contienen poco hierro.
El hierro, en menor o mayor medida, está presente en todos los vegetales ya que es utilizado por la planta en la elaboración de clorofila. Por otro lado la presencia de óxidos colorantes en las cenizas es muy débil (generalmente del 1 al 2%).
b) La cantidad de ceniza obtenida por kilo de vegetal es directamente proporcional al contenido de sílice. Más peso de ceniza por kilo de vegetal indica mayor porcentaje de sílice.
Con un kilo de vegetales se obtiene aproximadamente 40 gramos (4%) de ceniza rica en sílice y 10,50 gramos (1,50%) de ceniza calcárea.
c) Si dejamos la ceniza al aire durante dos o tres días verificaremos que las calcáreas aumentan de volumen debido a la hidratación de la cal, mientras que las cenizas ricas en sílice no muestran ninguna variación de volumen.
d) Las plantas con reservas de sílice considerables (en algunos casos pueden llegar al 70%), suelen dar cenizas duras debido a la acción de los álcalis sobre la sílice.

11. Las cenizas están constituidas principalmente por carbonatos, fosfatos, nitratos, cloruros
y óxidos. Los óxidos presentes en la mayoría de a cenizas son los siguientes:

Na2O SiO2
K2O Al2O3
CaO PO
MgO

12. La proporción de óxidos presentes en una ceniza pueden variar de acuerdo con:
a) el tipo de vegetal
b) el tipo de suelo
c) la parte del vegetal de donde procede
d) la edad de la planta
e) la época del año en que se corta
Las maderas más duras contienen más sílice. Las más blandas mayor proporción de fundentes con respecto a la sílice. Los árboles viejos de madera dura y sobre todo la corteza de estos árboles son buenas fuentes de sílice.

13. Teóricamente sería posible establecer una clasificación de las cenizas en: a) básicas, ricas en calcio; b) neutras, ricas en alúmina; c) ácidas, ricas en sílice.
Las cenizas básicas o calcáreas son las que mayor interés tienen para el ceramista. La sustancia dominante es el calcio. Pertenecen a este grupo las cenizas de los árboles en general.
En el grupo de las ácidas o silíceas encontramos a las cenizas de gramíneas, juncos, helechos y cañas. Los tallos y como ya se dijo la corteza de los árboles viejos contienen sílice. Las cenizas ricas en alúmina no son comunes. De los frutos en general es posible obtener cenizas aluminosas.

14. De lo dicho en el apartado anterior, podríamos afirmar, al menos teóricamente, que una adecuada mezcla de cenizas de los tipos a, b y c constituirían en la práctica un vidriado.

15. También se han clasificado (Leach) en blandas, intermedias y duras. El mismo autor informa sobre la composición de algunas cenizas.(1)


16. Sea como fuera, todos estos intentos de clasificar las cenizas, es poco lo que aportan a la hora de la experiencia concreta.

17. La experiencia indica que hay que ser sumamente cautos y no apresurarse a sacar conclusiones, las cenizas suelen ser sorpresivas y poco predecibles.

(1) LEACH, Bernard. El libro del ceramista,

Gres 1280ºC, ceniza de caldén y arcilla
de Cuchillo-Có, La Pampa, 1994
autor: Eduardo Garavaglia
fotos: Cesar Casco










Horno de combustión de leña

Horno de tiro cruzado para quemar cerámica a una temperatura máxima de 1040ºC en 7 horas. Construido por los alumnos en Villa Mesenas, Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Morón en 1998. Se emplearon ladrillos rojos comunes.













fotos: Leandro Argenta